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Lactancia materna: no es necesario seguir una dieta

diciembre 11, 2024 MUJERES

Muchas personas creen que, si están amamantando, deben dejar de consumir alimentos sabrosos y especias.

Buenas noticias: la idea de tener que comer solo alimentos insípidos durante la lactancia materna no es más que un mito urbano

Los mitos sobre la lactancia materna suelen provenir de amigos o familiares, que han recibido consejos de generaciones anteriores. A veces, esta información no está respaldada por la ciencia y anima a las mujeres a limitar su alimentación cuando no es necesario que lo hagan.

Mitos comunes sobre las “reglas de alimentación” en la lactancia materna

¿Escuchaste alguno de estos mitos comunes? Es hora de aclarar algunas cosas.

#1 Si una mamá en período de lactancia materna come alimentos picantes, estos pueden causar cólicos, gases, diarrea o sarpullido.

Los alimentos de sabor intenso, como el ajo, pueden cambiar el sabor y el olor de la leche materna. Sin embargo, esto no suele hacer que los bebés estén más irritables. Por otro lado, los estudios demuestran que a los bebés de mamás que comen ajo les suele ir mejor con la lactancia. Los bebés maman durante más tiempo, lo que podría aumentar la producción de leche. Además, es posible que los bebés que descubren una variedad de sabores en la leche materna comiencen a consumir alimentos sólidos y los platos favoritos de la familia con mayor facilidad.

#2 Se recomienda evitar las bebidas frías durante la lactancia materna.

En China y el Sudeste Asiático, es común que las mujeres reciban este consejo; sin embargo, no hay justificación científica que respalde esta recomendación.

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#3 Se recomienda evitar los alimentos que producen gases durante la lactancia materna, como el repollo, el brócoli, las coles de Bruselas y las habichuelas.

Estos alimentos pueden causarle gases a la mamá, pero los gases y la fibra de los alimentos no se transmiten a través de la leche materna. Puedes disfrutar de todos los alimentos que toleres sin preocuparte por que afecten la pancita de tu bebé.

#4 No deberías beber leche de vaca ni comer productos lácteos durante la lactancia materna.

La alergia a la leche de vaca es muy poco frecuente en los bebés alimentados exclusivamente con leche materna. En comparación con la leche de fórmula, la leche materna contiene mucha menos proteína de leche de vaca (un posible alérgeno). Además, la leche de vaca contiene algunos nutrientes (vitamina A, zinc, magnesio) que son beneficiosos para el sistema inmunitario, lo que puede ayudar a reducir las enfermedades alérgicas infantiles. Evitar consumir productos lácteos cuando no es necesario puede dar lugar a una deficiencia de calcio en los huesos.

#5 No debes beber café hasta que dejes de amamantar.

Es posible que hayas dejado el café durante el embarazo. Sin embargo, la cantidad de cafeína que se transmite a la leche materna es mínima. No obstante, no deberías beber café en exceso porque puede hacer que tu bebé se ponga molesto o irritable. Las organizaciones médicas recomiendan limitar el consumo de cafeína a entre 200 y 300 mg por día. Los bebés recién nacidos y prematuros procesan la cafeína más lento, por lo que considera reducir el consumo aún más. Ten en cuenta que hay muchas fuentes de cafeína:

Café filtrado

100 mg por cada 8 oz

Bebida de cola, regular y dietética

De 35 a 50 mg por cada 12 oz

Té filtrado

De 50 a 60 mg por cada 8 oz

Bebida energizante Extra Strength 5-hour ENERGY

230 mg en 1,9 oz

Barra de chocolate Hershey’s Special Dark

25 mg en 1,4 oz

Mezcla para chocolate caliente

De 1 a 3 mg en 1 paquete

#6 ¡No más sándwiches de mantequilla de cacahuate y mermelada!

En el pasado, se recomendaba a las mujeres embazadas y en período de lactancia materna que evitaran posibles alimentos alergénicos, como la soja, los huevos y los cacahuates. Pero las investigaciones demostraron que esta restricción no es necesaria. Conforme a las pautas nacionales e internacionales, no es necesario que las mamás que amamantan eviten consumir alimentos potencialmente alergénicos, como el cacahuate y la mantequilla de cacahuate. De hecho, la incorporación temprana de productos que contienen cacahuate en la alimentación del bebé a los 4 o 6 meses de edad puede prevenir las alergias a este alimento. (Si a ti o a tu bebé les diagnosticaron alguna alergia alimentaria, habla con el médico sobre el consumo de alimentos alergénicos).

No es necesario que sigas una dieta especial mientras estás en período de lactancia materna. Recuerda que los bebés pueden estar irritables por muchos motivos. El aparato digestivo de los bebés aún es inmaduro, por lo que pueden tener gases o estar molestos sin importar lo que tú comas. Los bebés también tienen gases debido a que tragan aire mientras lloran o comen demasiado rápido. Presta atención a si existe un patrón para su irritabilidad; por ejemplo, si siempre ocurre cuando come un determinado alimento o come mucha cantidad de un determinado alimento. La lactancia materna sigue siendo la mejor manera de garantizar que tu bebé tenga menos infecciones, así como un menor riesgo de padecer asma y muerte súbita del lactante.

REFERENCIAS: